Además de la piel, ¿qué otra parte del cuerpo hay que proteger en el verano?
En la estación del calor, es importante saber qué recaudos tomar para no sufrir las consecuencias de la exposición al sol.
En los meses de verano, el sol y las altas temperaturas pueden ser causa de muchas molestias en el cuerpo. Desde quemaduras leves hasta algunas más graves y con consecuencias severas en la piel, el sol puede ser muy perjudicial para la salud si no se toman los recaudos necesarios al momento de exponerse a él.
El cloro de las piletas y la sal del agua de mar también pueden deteriorar la piel, el pelo y las uñas. Pero, ¿solo hay que prestar atención a esas partes del cuerpo a la hora de cuidarse del sol y de los efectos del verano?
La respuesta es no. Todos estos factores también pueden afectar la salud de los ojos, tanto de la vista como de la piel que los cubre. Por eso, es importante considerarlos al momento de tomar las precauciones necesarias respecto de la protección del sol y del calor.
Los procesos inflamatorios de la vista -como la conjuntivitis alérgica o irritativa- aumentan su incidencia en los meses de calor. La radiación de los rayos UV resulta dañina para la córnea –parte frontal transparente del ojo que cubre el iris, la pupila y la cámara anterior- y el cristalino –situado tras el iris y cuyo propósito principal consiste en enfocar objetos situados a diferentes distancias-. A su vez, este tipo de rayos inducen al envejecimiento de la piel y del cristalino y, en algunos casos, pueden producir cataratas.
Por su parte, el cloro del agua en las piletas -sobre todo en los clubes o natatorios comunitarios- o la sal del agua de mar, pueden producir irritación. ¿A quién no le pasó que abrió los ojos sin querer y luego se enrojecieron y ardían un poco?
El aire acondicionado es otro de los factores a tener en cuenta al momento de cuidar la salud ocular. Puede causar molestias en los ojos porque seca mucho el aire del ambiente. Las personas que normalmente sufren sequedad en sus ojos pueden padecer más que otras este problema.
¿Cómo proteger los ojos de todos estos factores?
La utilización de anteojos de sol es crucial para proteger la salud de los ojos. Es importante considerar que los lentes deben ser de buena calidad, es decir, deben tener el filtro UV pertinente. Así, la persona puede estar segura de que sus ojos están protegidos.
Al mismo tiempo, usar viseras o sombreros, sobre todo en los momentos en que el sol es más agresivo -entre las 10 y las 16 hs- protege tanto la vista como la piel del rostro.
Al momento de meterse a una pileta, es recomendable usar antiparras para proteger los ojos del cloro.
Cuando se coloca el protector solar, es importante no olvidar la aplicación en la zona de los párpados. La piel es particularmente sensible y puede sufrir severas quemaduras si no se la cuida correctamente.
Las personas que sufren de sequedad en los ojos en forma regular pueden sufrir particularmente todos estos problemas. Por eso, puede ser beneficioso colocarse lágrimas artificiales que lubriquen el ojo y prevengan la sequedad.